sábado, 15 de diciembre de 2012

"Si retrocedo, mátame"

 4289636802_545a7542c8_large
Apatía. Tristeza. Miedo. Soledad que nadie puede curar. Incomprensión del mundo hacia una misma. Frustración. Impotencia. Sobretodo impotencia.
Tic tac, tic tac, tic tac.
Los días pasan y son grises. Los pájaros ya no vienen a cantar a mi ventana. La nueva rutina es menos llevadera. Las ideas se han ido por la puerta de atrás y no quieren volver a mi cabeza. Yo tampoco hago lo suficiente para que vuelvan, pero si lo hago, sé que enloqueceré o lo haré de forma incorrecta.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic tac, tic tac, tic tac, tic tac
Amanece, me levanto, pasa el día, me acuesto. Me deshumanizo por momentos y no lo soporto. Ya ni siquiera vivo. Solamente estoy respirando y cumpliendo con mis funciones vitales. Funciono como una maquina. Y si hay algo a lo que siempre temí fue a comportarme como tal.
Lunes, Martes, Miércoles, Jueves...

Quiero esbozar una sonrisa y no sé como, quiero mostrarme al mundo, pero estoy alejada de él. Retrocedo. Se suponía que estaba avanzando. Consigo localizar las puertas de la caverna.

Están ahí. Esperando a que yo entre de nuevo. Se están abriendo. Y yo voy avanzando en dicha dirección. ¿No me había costado acaso salir de ellas? ¿Que me está pasando?

No quiero volver. Y no voy a volver.

Jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario